Si ya has editado tu libro y lo vas a publicar, estarás pensando en distribuirlo. Junto con la promoción, la distribución es el otro paso que más quebraderos de cabeza provoca en los escritores independientes, y es lógico.
Si vas a vender tu libro en formato electrónico, tendrás una idea aproximada de cómo distribuirlo, y si no te lo digo yo: publícalo en Amazon y llegarás a todo el mundo, así de sencillo (otra cosa es promocionarlo para que sea visible).
Si quieres vender tu libro en papel, también es sencillo: impresión bajo demanda en Amazon.
Pero si quieres vender tu libro de papel y distribuirlo en las librerías, la cosa se complica, ¡y de qué manera!
En esta entrada voy a explicarte cómo puedes distribuir tu libro de papel en las librerías y en qué casos te recomiendo que lo hagas. Bueno, mejor dicho, en qué casos te recomiendo que «lo intentes» —cuando acabes de leer la entrada entenderás por qué—.
¿Estás preparada/o? Pues vamos a ello.
Índice de contenidos
- Impresión de los ejemplares
- Envío a la distribuidora
- Distribución en las librerías
- La promoción es necesaria
- Reparto de los beneficios
- Cuándo contratar a una distribuidora
- Preguntas frecuentes sobre la distribución en librerías
- ¿Quién pone el precio del libro para vender en las librerías?
- ¿Cuánto cobra el autor por cada venta de su libro en una librería?
- ¿Cómo se distribuyen las ganancias de las ventas de los libros?
- ¿Es necesario darte de alta en autónomos para vender el libro en librerías?
- ¿Necesito un ISBN para distribuir el libro en librerías?
- ¿Por qué muchas librerías se niegan a incluir libros autoeditados en su catálogo?
Impresión de los ejemplares
Vamos a comenzar por una pedrogrullada de silogismo:
- Para enviar un libro a la librería necesitas tener el libro.
- Para tener un libro necesitas imprimirlo.
- Por lo tanto, para enviar un libro al librero necesitas imprimirlo primero.
Y esa, querido amigo, es la cuestión: hay que imprimir los ejemplares.
Bueno, en realidad no es la cuestión, es una de las cuestiones, pero, desde luego, no es baladí, porque alguien tiene que pagar esos ejemplares. ¿Sabes quién? Te lo voy a explicar con otro silogismo, que hoy estoy ingenioso:
- Los ejemplares que se imprimen los paga la editorial.
- El escritor independiente es su propia editorial.
- El escritor independiente paga los ejemplares que se imprimen.
Y sí, el escritor independiente eres tú, así que, si quieres que las librerías estén forradas con ejemplares de tu libro tendrás que pagar la impresión de los mismos y buscar una distribuidora que se los entregue.
Los libros impresos los paga el autor
Envío a la distribuidora
Una vez que tengas los ejemplares impresos los tienes que mandar a la distribuidora, a no ser que haya sido la distribuidora quien haya impreso los libros, que es una opción.
En el caso de que imprimas en una imprenta, lo normal es que incluya los gastos de envío y los mande a la distribuidora o adonde tú le digas sin ningún coste.
Distribución en las librerías
Pues ya casi está. Has impreso el libro, lo has enviado a la distribuidora y ahora lo van a llevar a todas las librerías de España, o del mundo, para que lo coloquen en sus escaparates, expositores y anaqueles.
¿Te gustaría, eh? Pues está jodidillo. Aquí es donde la cadena, en la mayoría de los casos, se suele romper. Y te explico el motivo. Es cierto que la distribuidora pone a disposición de las librerías tu obra; y es cierto que, si las librerías lo piden, la distribuidora se lo entrega. El problema está en que las librerías no lo pedirán, entre otras cosas porque no sabrán que existís, ni tú ni tu libro.
En resumen, la distribuidora tiene tu libro «disponible» para las librerías, no es que lo vaya a entregar a las librerías y los libreros lo vayan a colocar en la estantería. Para que la distribuidora lleve el libro, se lo tienen que pedir primero, y para que eso suceda tiene que existir una demanda de tu obra.
Para tu libro llegue a las librerías, tienen primero que pedirlo
La promoción es necesaria
Y todo esto nos lleva a otro de los quebraderos de cabeza de los autores independientes, que es la promoción. Si no hay promoción, nadie conocerá tu libro y nadie lo pedirá en la librería, por lo que la distribución, aunque cuentes con la mejor distribuidora del mundo, nunca se llevará a cabo.
Reparto de los beneficios
Aunque puede variar en algo, el reparto estándar que se suele hacer de cada libro es muy parecido, independientemente de la distribuidora. Para el ejemplo, te voy a poner las tarifas con las que trabaja la distribuidora Azeta, que, dicho sea de paso, es la que te recomiendo si eres autor independiente y te quieres meter en este embolao de sembrar con tu obra las estanterías de las librerías peninsulares.
Distribuidora: 55 % (de ese porcentaje pagan al librero).
Autor: 45 % (de ese porcentaje pagas la impresión del libro).
¿Cuánto gano por cada libro que vende la librería?
Y ahora que ya sabes (más o menos) cómo funciona este tinglado, lo vamos a aterrizar con un par de ejemplos, en los que vamos a enviar a las librerías nuestra última novela de 200 páginas y la vamos a vender a 14 euros:
Primer ejemplo
Impresión de 100 ejemplares: 350 euros (3,5 euros por ejemplar)
De cada ejemplar vendido: 45% de 14 euros = 6,3 euros – 3,5 (coste del ejemplar)= 2,8 euros de beneficio. Luego tendrás también que descontar los impuestos y demás zarandajas legales.
En resumen, de cada libro obtienes una ganancia de 2,8 euros, pero claro, has invertido 350 en imprimirlos, por lo que este tipo de cuenta no refleja la realidad del negocio. Vamos a verlo de otra forma.
Ya sabemos que de cada ejemplar vendido te llevas 6,3 euros. Si dividimos 350 euros de costes de impresión entre 6,3, nos da 55 con algo.
Eso quiere decir que hasta que no vendas 56 libros no habrás recuperado tu inversión. Con 56 libros obtienes unas regalías de 352,8 euros. Los 44 libros que quedan, serán ganancias limpias.
En total, si vendes 100 libros, te llevas… (100 x 6,3) – 350 = 280 euros.
Segundo ejemplo
Impresión de 1000 ejemplares: 2000 euros (2 euros por ejemplar)
De cada ejemplar vendido: 45% de 14 euros = 6,3 euros – 2 (coste del ejemplar)= 4,3 euros de beneficio.
En este segundo ejemplo las ganancias por libor son muy superiores, pero claro, la inversión y con ella el riesgo también lo son. Veamos en qué medida.
Has invertido 2000 en imprimir 1000 ejemplares.
Si dividimos 2000 euros de costes de impresión entre 6,3, nos da 317 con algo. Eso quiere decir que hasta que no vendas 318 libros no habrás recuperado tu inversión. Con 318 libros obtienes unas regalías de 2003 euros. Los 678 libros que quedan, serán ganancias limpias.
En total, si vendes 1000 libros, te llevas… (1000 x 6,3) – 2000 = 4300 euros.
Después de ver estas cuentas, la cosa no está mal, hay ganancias, ¿no? Ya, pero no te olvides del primer paso: hay que imprimir los ejemplares y los tienes que pagar tú, y ahí está el verdadero problema, porque los libros que no vendas te los tendrás que comer con patatas.
Es por eso por lo que la distribución en librerías no suele ser una opción realista para los escritores independientes, y no es porque no tengas distribuidora, que la puedes conseguir, es porque los libros que imprimas no se moverán del almacén de la distribuidora ni saldrán de la caja en la que estén metidos a no ser que tengas una comunidad de lectores que te respalde y encargue tu libro en la librería.
La distribución, normalmente, no es una opción rentable para los autores independientes
Cuándo contratar a una distribuidora
Si no tienes una comunidad de lectores detrás, la distribuidora no es para ti. Lo mejor es que publiques en libro electrónico y en papel con el método de impresión bajo demanda, así no necesitas stock ni invertir absolutamente nada.
Y si tu libro se vende bien y la gente lo pide en las librerías, ya tendrás tiempo de imprimir montones de libros y contratar una distribuidora, pero no empieces la casa por el tejado y adelantes acontecimientos. Lo primero que debes hacer es construir tu comunidad de lectores, y eso, amigo mío, lleva tiempo y mucho esfuerzo.
Preguntas frecuentes sobre la distribución en librerías
Para finalizar la entrada, te contesto a una serie de preguntas que suelen generar duda entre los escritores. Si tienes alguna otra, déjalo en los comentarios y trataré de resolverla.
¿Quién pone el precio del libro para vender en las librerías?
La editorial, que en este caso eres tú como escritor que se autoedita.
¿Cuánto cobra el autor por cada venta de su libro en una librería?
Por lo general, suele ser un 45%. De ese porcentaje hay que pagar la impresión de los libros.
¿Cómo se distribuyen las ganancias de las ventas de los libros?
55 % para la distribuidora, que le dará entre un 25 y un 30 por ciento al librero.
45% para el autor, que tendrá que descontar los gastos de impresión.
¿Es necesario darte de alta en autónomos para vender el libro en librerías?
Bueno, esta es una pregunta que siempre está en el ambiente, y lo más conveniente es que consultes con un experto tu caso concreto, pero, como ORIENTACIÓN, no es necesario darse de alta como autónomo si los ingresos por ventas del libro NO igualan, O SUPERAN al Salario Mínimo Interprofesional. Aunque, como ya te digo, lo mejor es consultar con un experto.
¿Necesito un ISBN para distribuir el libro en librerías?
A efectos legales no, el ISBN no es un requisito para vender un libro, pero en la práctica las librerías no suelen aceptar libros que no tengan ISBN porque les complica la gestión.
¿Por qué muchas librerías se niegan a incluir libros autoeditados en su catálogo?
Porque para ellas es un riesgo ya que, por norma general, los libros autoeditados suelen ser poco comerciales.
Además, el librero piensa —y no le suele faltar razón— que tendrá que tratar con un aficionado que tiene un producto amateur.
Y eso es todo lo que tenía que decirte sobre la distribución en librerías. Como habrás visto, un gran embolao que (en mi opinión) nos viene un poco grande a los escritores independientes.
¿Y tú qué opinas sobre la distribución de libros para escritores independientes? Cuéntanoslo, no te cortes.
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