Aunque ya han pasado varias semanas desde la tormenta que cayó sobre la Real Academia Española (RAE) por la palabra solo y su «modificación» de la normativa sobre si tildarla o no cuando se utiliza como adverbio, el desconcierto no cesa entre los escritores que contratan para sus obras el servicio editorial de la corrección ortotipográfica en YO me publico.
Nosotros pensamos que lo adecuado es no tildar en ningún caso la palabra solo, pero algunos de los autores que nos consultan y/o contratan no lo tienen tan claro. Es por eso por lo que he decidido publicar esta entrada. Espero con ello aportar un poco de claridad y no más confusión.
Dentro de la RAE, la situación es la siguiente: existen dos bandos, por un lado están los solotildistas, en su mayoría escritores, abanderados por Arturo Pérez Reverte; y por el otro los antitildistas, en su mayoría lingüistas, con Salvador Gutiérrez Ordóñez a la cabeza.
La verdad es que, lejos de resolver el asunto, en mi opinión, la decisión de la RAE quizás haya satisfecho a ambos bandos, pero a mí, como lector, solo me genera dudas; ya no sabré al leer un texto si el autor quiere decir una cosa u otra (bueno, solo en algunos casos. Lo normal es que no haya dudas y el contexto lo deje claro, pero es por quejarme un poco).
En esta entrada te voy a dar toda la información que necesitas para que puedas decir, convencido y con argumentos, si eres de los que tildan la palabra solo o no lo hacen. Vamos a ello.
Índice de contenidos
- La palabra solo, adverbio o adjetivo
- Qué es la tilde o acento ortográfico
- Según las normas de acentuación, solo no lleva tilde
- La tilde en solo no es diacrítica
- La tilde en solo a lo largo del tiempo
- Otros casos de palabras ambiguas
- Motivos para poner la tilde en solo
- Motivos para no poner la tilde en solo
- Conclusión
La palabra solo, adverbio o adjetivo
La palabra solo se puede utilizar como adverbio o como adjetivo, y es en el primer caso (como adverbio) en el que el uso de la tilde podría emplearse.
Solo, adverbio de modo
El adverbio solo (intercambiable por solamente y únicamente) es un adverbio de modo y tiene varios usos. A diferencia del solo adjetivo, el solo adverbio es invariable en género y número.
Como muchos otros adverbios, puede complementar a varios elementos de la oración y colocarse en diversos lugares dentro de esta.
Algunos ejemplos del uso de solo como adverbio son estos:
- Este tablero es solo para los participantes.
- No llores, solo es un personaje.
- La llamé solo porque me aburría.
- Le cedí los derechos de mi obra, pero solo durante seis meses.
- Está a solo dos puestos de ser el más vendido.
- El libro valía solo para pasar el tiempo.
- Solo te lo diré una vez más.
- Estoy en racha, solo necesito un empujoncito.
- Es bueno, solo que me gusta más el género negro.
Solo, adjetivo
El adjetivo solo tiene varios usos. Al contrario que el solo adverbio, sí tiene flexión de género y número: solo, sola, solos y solas, y nunca se acentúa. Ejemplos:
- Llegó a casa solo.
- Es muy pequeño para hacerlo solo.
- Los guionistas acudieron solos a recoger el premio.
- Vino solo y se fue con Margarita.
- Me encanta caminar solo por la playa.
- Dentro de poco, los libros se escribirán solos.
Qué es la tilde o acento ortográfico
La tilde, también llamada acento ortográfico, es la marca gráfica que indica dónde lleva el acento la palabra. Es decir, una pequeña raya inclinada que siempre se coloca encima de la vocal de la sílaba que suena más fuerte.
Recuerda que todas las palabras tienen acento en la sílaba que se pronuncia con mayor intensidad, pero solo llevan tilde las que cumplen los requisitos que indican las reglas de acentuación.
Según las normas de acentuación, solo no lleva tilde
Independiente de si es adverbio o adjetivo, según las reglas de ortografía la palabra solo no lleva tilde por ser una palabra llana acabada en vocal.
La tilde en solo no es diacrítica
La tilde diacrítica es como se le conoce al acento gráfico cuando se emplea para distinguir palabras iguales, pero tiene carácter excepcional. Se utiliza para saber dónde va el golpe de voz en palabras que son idénticas para poder distinguirlas (dónde y donde, dé y de…). Pero en el caso de solo no se cumple está condición, se lee igual cuando es adverbio que cuando es adjetivo.
las palabras tónicas son las únicas susceptibles de llevar tilde diacrítica.
En el idioma español, salvo contadas excepciones, las palabras tónicas son las únicas susceptibles de llevar tilde diacrítica.
La función de la tilde diacrítica no es la de indicar cuál es la sílaba tónica, sino la de señalar que la palabra que la lleva es tónica y no debe confundirse con otra semejante de pronunciación átona.
Hay gente que piensa que el empleo de la tilde en solo se utiliza por ser diacrítica, pero ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo no cumple con el requisito principal que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, y solo es una palabra tónica tanto si es adjetivo como si es adverbio.
La tilde en solo a lo largo del tiempo
No pienses que el asunto de la tilde en solo es reciente, porque es un debate que lleva abierto muchos años.
La tilde en solo antes de 1880
Durante más de cien años, solo se escribió sin tilde en todos sus usos. Fue en 1880 cuando la RAE la incluyó en su gramática y comenzó a admitirla «por costumbre», pero no era obligatorio su uso, era optativo, aunque se extendió en la enseñanza, lo que produjo que el empleo de la tilde se estudiara como norma. Pasó lo mismo con los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, ya que pueden funcionar como pronombres (este es guapo, me gusta aquella) o como determinantes (aquellos hombres, la vieja esa).
Durante más de cien años, solo se escribió sin tilde en todos sus usos.
La tilde en solo en 1952
En 1952, la Real Academia Española indicó que únicamente debía tildarse la palabra solo en casos de ambigüedad.
La tilde en solo desde 1959
En 1959, las publicaciones de la RAE eliminaron la tilde de la palabra solo en todos los casos.
La tilde en solo en 2010
El año de las tormentas fue 2010, cuando Salvador Gutiérrez y los lingüistas de la Academia suprimieron en la Ortografía de la Lengua española la excepción de tildar la palabra solo. Adiós a la tilde en solo.
La tilde en solo en 2023
En la actualidad, la última edición del Diccionario Panhispánico de Dudas, presentada el 28 de marzo de 2023, recoge lo siguiente:
a) Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad.
b) Es optativo tildar el adverbio solo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad.
Poner la tilde en solo es optativo a juicio del que escribe.
Es decir, que cuando solo sea un adjetivo irá siempre sin tilde, y cuando sea un adverbio entrarán en juego la ambigüedad y el juicio del que escribe. Vamos, que habrá que saber si el escritor es solotildista o antitildista para saber lo que quiere decir (sí, en los casos más rebuscados, ya lo sé, pero deja que me queje un poco).
Aunque, bien pensado, incluso conociendo la preferencia del que escribe, tampoco lo tendrás claro, ya que nunca vas a saber si no ha puesto la tilde porque es un adjetivo o porque es un adverbio que, «a juicio del que escribe», no resulta ambiguo.
Otros casos de palabras ambiguas
Lejos de ser una excepción, existen numerosos casos en los que una palabra tiene dos o más significados y se escribe y lee exactamente igual en todos los casos, pero no se utiliza la tilde de manera arbitraria para distinguirlas, las diferenciamos por el contexto. Estos son algunos ejemplos:
Algunos
Al estreno fueron algunos borrachos.
Esto puede significar dos cosas, que algunos de los que formaban parte del grupo fueron con unas cañas de más o que algunos desconocidos aficionados a las cervezas aparecieron en el estreno.
Vino
Vino de la Rioja.
Esto también puede significar dos cosas, que el néctar de uvas tiene esa denominación de origen o que alguien llegó procedente de dicha ciudad.
Primero
Voy al piso primero.
Puedo referirme a que antes de nada voy al piso o a que voy a un piso de la primera planta.
Encima
Y encima tenía un sombrero.
Lo que puede querer decir que además de otras cosas tenía un sombrero o que tenía un sombrero encima de algo.
Seguro
El viernes tendré sexo seguro.
Lo que puede querer decir que el viernes, sin ninguna duda (ya te gustaría), harás algo más que ponerte ciego o que te acostarás con alguien sin pillarte la gonorrea.
Banco
Me voy a comprar un banco.
Podría ser uno para sentarte o uno para guardar el dinero.
Motivos para poner la tilde en solo
Estos son algunos de los motivos a los que puedes aludir para declararte solotildista:
- Riqueza de lenguaje.
- Desambiguación.
- Rebeldía (en este caso contra la Real Academia de la Lengua).
- Nostalgia: «Es que yo lo aprendí así».
- Tradición: «En mi familia siempre la hemos puesto. Ya mi bisabuelo…».
- Posicionarte en el bando de los escritores.
- Dártelas de erudito: «Yo sí que entiendo de lenguaje, y no estos lingüistas».
- Hacerte el distinguido.
Motivos para no poner la tilde en solo
Y si, al igual que yo, prefieres meter la tilde en un arcón y tirar la llave, estos son algunos de los motivos que puedes esgrimir para argumentar tu decisión:
- Es innecesario.
- Unificar el lenguaje.
- Facilitar el lenguaje haciéndolo más accesible.
- Complejo para los nuevos hablantes.
- Los casos ambiguos son pocos y rebuscados.
- Los casos ambiguos se pueden evitar por otros medios: utilizando sinónimos, utilizando una puntuación más apropiada, incluyendo algún elemento que impida el doble sentido o cambiando el orden de la oración.
- Coherencia ortográfica.
- El sistema de acentuación no tiene por cometido desambiguar.
- Cualquier frase descontextualizada puede resultar ambigua.
- En la oralidad no hay posibilidad de tildar y no existen problemas de ambigüedad en la comunicación.
- Los criterios lingüísticos y los expertos en la materia no lo recomiendan.
- Poco práctico.
- Conservador.
- Desfasado.
Conclusión
En resumen, que, amparado por la Real Academia Española de la Lengua, como escritor o escritora eres libre de tildar la palabra solo, excepcionalmente, en los casos en que exista la ambigüedad. Eso sí, la ambigüedad la estableces a tu criterio, así que puedes ponerla cuando te dé la gana.
En mi opinión, la tilde en solo no aporta nada, entorpece. Enriquecer un lenguaje no consiste en complicarlo y llenarlo de excepciones. En la claridad está la riqueza.
Y ahora sí, por favor, dímelo: ¿eres solotildista o antitildista?
Soy solotildista, máxime cuando la regla de desambiguación es tan simple como en este caso: si se puede sustituir sólo por solamente… (sin pretenderlo me ha salido un buen ejemplo).
Y, salvo que seas como Sinhué el egipcio, que escribía sólo para sí mismo, se escribe para transmitir ideas y el código común de lectura no debería dejarse al capricho del que transmite.
Gracias, José Francisco, por pasarte y comentar.
Te apunto en el bando de los solotildistas.
Un abrazo.