¿Quieres que tu novela enganche y sea coherente? ¿Quieres escribir sin bloqueos y de forma fluida?
De las tres cosas que siempre se dice que necesitas hacer antes de escribir una novela (la estructura, documentarte y las fichas de los personajes), la estructura es la más importante. En serio. Si vas a escribir una novela, necesitas una estructura. Con ella verás si te falta o te sobra algo, y trabajarás más rápido y mejor, sin bloqueos, porque siempre sabrás por dónde andas y lo que tienes que escribir en cada momento.
Eso del escritor brújula que se va guiando por la inspiración está muy bien y resulta muy literario, pero es una engañifa. El escritor de brújula, salvo algunas excepciones que se justifican, sobre todo por el estilo de la obra (cuando es más íntima y literaria o introspectiva), es un autor o autora que tiene callos en las teclas y ha escrito tantos libros que los estructura en su cabeza. Pero para los escritores principiantes o con pocas publicaciones como tú y como yo, la estructura es la base de nuestra obra.
Vamos a ver qué es y cómo crear una estructura.
Índice de contenidos
¿Qué es la estructura de una novela?
La estructura de una novela es el andamio que la sostiene. Sí, ya sé que es un jodido tópico, y tengo más: los cimientos, los pilares, el esqueleto, las vigas. En definitiva, lo que sustenta la historia.
Sin estructura, es muy probable que escribas una obra inestable y desorganizada. La estructura hará que tu historia se sostenga y sea coherente. Sin fisuras.
La estructura es lo que organiza el argumento de tu obra. Es la guía de lo que contiene y sucede en tu libro.
Cuando te lanzas a escribir sin estructura, corres el peligro de desviarte y confundir a los lectores, que, con toda probabilidad, terminarán abandonando el libro.
Generalmente, cuando una novela te atrapa es porque su estructura y desarrollo son buenos, no porque lo sean los personajes, la temática o el estilo del autor.
La estructura otorga consistencia y cohesión a la trama, lo que facilita que el lector se sumerja casi sin darse cuenta en la lectura y avance por la historia de manera fluida.
Antes de continuar, apuntar que existen dos conceptos de estructura:
- La estructura física de la novela, que comprende la división de la obra en partes y/o capítulos (es la que vemos claramente en el índice del libro).
- La estructura temática, que es la que organiza el contenido de la trama argumental y de la que estamos hablando en esta entrada.
¿Qué contiene la estructura de una novela?
Además de la cronología de los sucesos que acontecen en la narración, la estructura contiene algunos de los elementos de la obra y su distribución: personajes principales, ambiente, espacio tiempo, conflicto, nudos…
Estructura clásica o en tres actos
La estructura de la novela no es un invento contemporáneo. Existen varios modelos de estructura, pero la más utilizada hoy en día es la que conocemos como estructura clásica o en tres actos, y fue definida por Aristóteles en la Grecia clásica.
Los tres actos que componen la estructura clásica son:
- Planteamiento
- Nudo o desarrollo
- Desenlace
Estos actos están a su vez divididos en escenas, que son las que construyen y comunican todo el andamiaje.
Compruébalo tú mismo con cualquier novela o historia. Lo puedes reconocer de la siguiente manera: todas las narraciones comienzan presentándote a un personaje (o pueden ser varios) que tiene un problema y busca una solución.
Si no tienes personaje y situación, no tienes historia ni planteamiento. Y si el personaje no tiene un problema que resolver, la historia es aburrida y no se desarrolla. Por último, si no terminas resolviendo el problema, o fracasando en su resolución, no tienes desenlace.
Los tres actos se unen entre ellos mediante dos puntos de giro. Veamos qué son los puntos de giro.
Los puntos de giro
Son los que conectan una escena con la siguiente impulsando la historia para que no se atasque.
Y, como ya he dicho, los actos están a su vez divididos en escenas.
Las escenas
Si consigues relacionar con sentido y entre sí las escenas de los tres actos, tendrás una novela.
Para mantener la intensidad y el interés en cada escena, es conveniente que todas tengan un conflicto.
Para describir cada escena, te recomiendo que definas en cada una de ellas:
- El título.
- El tiempo en el que discurre.
- La descripción de lo que pasa en ella.
Si relacionas las escenas de los tres actos, tendrás una novela
¿Cuántas escenas componen una novela?
Como siempre, queremos medirlo y contabilizarlo todo. Y, como siempre, esta pregunta no tiene una respuesta concreta. ¿Cuántas escenas? Pues las necesarias, ni más ni menos. Para ello utiliza tu olfato literario y comprueba que no existen huecos en la trama y que todo avanza sin trompicones.
Las escenas que no aporten nada al conjunto de la historia ni tengan una función concreta, elimínalas.
Una de las ventajas que aporta la elaboración de la estructura es que distribuye la historia de forma compensada. Si no queremos que nuestro texto sea lento o precipitado, debemos dar a cada acto su cuota de espacio natural. Veamos cómo.
La estructura distribuye la historia de forma compensada
Pasemos ya a ver en qué consiste cada uno de los tres actos de la estructura de la novela.
Planteamiento
Planteamiento (25% de la novela)
El planteamiento debe ocupar, como máximo, una cuarta parte de la novela. Si te extiendes más, el ritmo irá decayendo y el lector se acabará aburriendo. Piensa que uno de los principales motivos de rechazo editorial se produce por lo largos y tediosos que son los prólogos de los manuscritos.
Todas las novelas necesitan introducir al lector en la historia y mostrar los antecedentes: quién es el protagonista y cómo es su mundo.
Además de al protagonista, durante el planteamiento se presenta a los personajes y su hábitat.
Para que el planteamiento sea eficaz, debe contener lo siguiente:
El Tema
Y junto con el tema tienen que quedar claros el estilo y el género de la novela.
Los personajes
Se debe presentar a todos los personajes principales. Y si por necesidades del argumento no se les puede presentar a todos, al menos a la mayoría.
El conflicto
Durante el planteamiento debes anunciar el conflicto que se desarrollará en el nudo. Como ya sabrás, el conflicto es cualquier cosa que oponga resistencia al personaje. Y los hay de dos tipos: interno y externo.
- El conflicto interno es que se produce a nivel sicológico, en el interior del personaje.
- Y el conflicto externo es el que se produce en el argumento. Un suceso funciona como catalizador y detona la historia. Los acontecimientos se suceden uno tras otro provocando un giro en los acontecimientos.
Como, por ejemplo, en El señor de los anillos, cuando el mago Gandalf llega a la Comarca y le explica a Frodo cuáles son la naturaleza y el poder del anillo.
Consejos para elaborar el planteamiento
- Huye de las digresiones y descripciones largas al inicio de la historia, lo único que consiguen es retrasar la aparición del nudo.
- Intercala escenas de acción con digresiones cortas.
- Las descripciones de ambiente espácialas con frases breves que describan el paisaje y el ambiente.
- Lo mejor es que arranques con una escena de acción en la que, junto con el ambiente, se pueda ver a los personajes actuando. Ya conoces esa máxima literaria de “mostrar, no contar”. Piensa que los estímulos visuales son los que más tiempo se mantienen en la mente del lector.
Nudo o desarrollo
Nudo (50% de la novela)
El nudo es la parte más larga de la estructura. Suele abarcar aproximadamente la mitad de la historia. En el nudo es donde pasan las cosas.
En este acto se desarrolla el conflicto, y tiene lugar cuando se produce el primer punto de giro. Está repleto de obstáculos que el personaje va superando hasta llegar al último desafío que tiene lugar con el segundo punto de giro.
El nudo incluye:
Punto medio
El llamado punto medio o crisis (cuando la historia lo tiene, que no es siempre) se produce en este segundo acto, es como un punto de no retorno para el protagonista.
Búsqueda de la solución
Se centra en la búsqueda de la solución para conseguir el objetivo. El protagonista abandona su zona de confort y se aventura hacia el incierto futuro.
Transformación del protagonista
Todo lo que aquí sucede va transformando al protagonista y lo prepara para afrontar el desenlace.
Altibajos
La trama y las subtramas se entrecruzan provocando altibajos en la historia y los personajes.
Desenlace
El desenlace (25% de la novela)
El desenlace es la parte final de la novela y ocupa una cuarta parte de ésta.
La función del desenlace es mostrar el resultado de las acciones del personaje. En él veremos si ha resuelto o no el conflicto.
Llegados aquí, el resultado es definitivo.
No introducir nuevos elementos
No debes introducir en el desenlace elementos nuevos que no hayas anticipado a lo largo del planteamiento y el nudo. Si lo haces quedará muy forzado y el lector tendrá la sensación de que le has tomado el pelo. Es lo que se conoce como final deus ex machina. Evítalo a toda costa y deja siempre pistas en el camino.
Protagonista vs Antagonista
En esta parte el protagonista se enfrenta al antagonista. Es el clímax.
Sin cabos sueltos
No dejes cabos sueltos, ni de la trama ni de la subtrama, a no ser que sea con la intención de crear una continuación.
Finaliza la transformación del protagonista
La transformación del protagonista y su mundo se culmina. El resultado puede ser un mundo feliz o el apocalipsis, pero ten en cuenta que los finales felices suelen dejar mejor recuerdo en el lector. No en vano, en la inmensa mayoría de las historias se resuelve el conflicto de forma satisfactoria para el protagonista, al menos parcialmente.
Tipos de estructura
Existen varios tipos de estructura. Junto a la de los tres actos, son también muy utilizadas las siguientes:
Estructura en cinco actos
En este caso, la primera parte la sigue ocupando el planteamiento, pero en la segunda entra el conflicto, en la tercera se alcanza el clímax, en la cuarta el conflicto decrece y se prepara el desenlace que tendrá lugar en la quinta y última parte.
Estructura del viaje del héroe
El viaje del héroe es una estructura clásica que se compone de doce etapas en las cuales el protagonista avanza solucionando problemas.
Estructura de los vasos comunicantes
En este caso existen dos tramas sin aparente conexión que transcurren en paralelo, pero una vez avanzan terminan convergiendo en un punto a partir del cual continúan unidas.
Estructura circular
Como su nombre indica, su discurrir es circular, y el desarrollo desemboca en un desenlace que nos ubica en el comienzo de la historia completando el círculo.
Antes pasar al final de esta entrada, vamos a ver los puntos de acción: qué son, cuántos hay y sus peculiaridades.
Puntos de acción
Los puntos de acción son imprescindibles en cualquier novela. Ayudan a mantener la atención del lector temporizando el ritmo de la historia.
Al ser sucesos que demandan una respuesta, los puntos de acción hacen que la historia avance.
Depende de lo que quieras conseguir con ellos, existen distintos puntos de acción:
Puntos de giro
De todos los puntos de acción, los de giro son los más importantes. Son sucesos que provocan un cambio de dirección en la historia. Sin ellos, la historia transcurriría en línea recta hasta el infinito.
Como ya hemos visto, uno de sus cometidos es hacer de enlace entre planteamiento, nudo y desenlace. Aunque puede ser suficiente con dos, en las novelas suelen existir tres:
• Primer punto giro
Se produce al final del planteamiento y coincide con la aparición del conflicto. Une planteamiento y nudo.
• Segundo punto giro
Se produce hacia la mitad del nudo y provoca un cambio de rumbo en la historia que la impulsa para que no se estanque.
• Tercer punto giro
Es el que acelera la acción. Se produce al final del nudo y resuelve el conflicto que lleva al desenlace de la historia.
Beats
Los beats son pequeños sucesos que producen impulsos en la acción a lo largo de toda la historia. Al contrario que los puntos de giro, los beats no cambian el rumbo de la historia, pero ayudan a enganchar al lector haciendo que avance.
Barrera
Una barrera es un intento fallido de resolver un conflicto por parte de un personaje. Al no conseguir su propósito, no se acerca al objetivo, por lo que debe emprender otra acción alternativa. El personaje persiste hasta que consigue superar una barrera que sea la que le impulse hasta la consecución del objetivo.
Complicación
La complicación es un punto de acción que se resuelve posteriormente. El lector se puede aventurar a predecir su resolución, pero será avanzada la trama cuando se esclarezca.
Por ejemplo, el protagonista, en un momento de desesperación, busca un atajo para conseguir su objetivo y se compromete con algún delincuente peligroso a realizar un encargo. Poco después lo medita y se arrepiente del compromiso adquirido. ¿Qué pasará cuando el delincuente se entere de que no cumplirá con el compromiso?
La complicación suele usarse para abrir una segunda línea argumental o trama secundaria
Revés
Un revés es un punto de acción que provoca un giro completo de la historia. Si la cosa iba bien encaminada, tras el revés producido se vendrá todo abajo y el objetivo se alejará notablemente, y viceversa.
Este tipo de punto de acción puede ser un revés físico o emocional, y se suele utilizar para realizar el segundo punto de giro.
9 Consejos para escribir una estructura
Y, ya para terminar, te voy a dar 9 consejos para que los tengas en cuenta cuando estés creando tu estructura. Allá van:
- Organiza bien el argumento. Ten en cuenta que tu novela tendrá un argumento central y en torno al mismo debes ir tejiendo tramas secundarias que le irán dando forma al esqueleto de tu historia.
- La estructura en capítulos es clave para desarrollar todos los hechos más pequeños que conforman el nudo principal y la forma en que se van resolviendo hasta llegar al desenlace final.
- Cada capítulo debe terminar con tensión; una sorpresa, un conflicto o la promesa de que va a pasar algo importante.
- Se flexible y no antepongas la estructura a la historia, es la primera la que se tiene que adaptar a la segunda. La estructura debe trabajar para la historia, no al revés. Debe ser el ritmo de los acontecimientos lo que marque la estructura.
- Traza una estructura progresiva, sin grandes altibajos.
- Comprueba que los puntos de giro se producen en su momento para que la estructura esté compensada.
- Analiza las estructuras de otras novelas.
- Ordenas las escenas en fichas independientes, así podrás moverlas en la línea temporal si lo estimas oportuno.
- Y, por último, no seas retorcido, la sencillez siempre funciona. Ten en cuenta a tu público objetivo y piensa que cuanto más complicada sea la estructura de tu novela más difícil será entender el argumento. Y eso para el lector no es brillante, es frustrante.
Y ahora dime: ¿planificas tus novelas escribiendo una estructura? ¿Qué tipo de estructura utilizas?
Querido amigo: en principio te agradezco toda la información que brindaste! Todo esto lo hago por intuición, pero no conocia los conceptos como beats o puntos de giro. Muchas gracias!!! Un abrazo desde Argentina
Gracias a ti, Graciela, por pasarte y comentar.
Un abrazo fuerte.