A lo mejor pensabas que escribir un cuento infantil es algo muy sencillo y que puede hacerlo cualquier persona, pero después de leer este artículo verás que no es cierto.
Hay numerosos aspectos que tienes que tener en cuenta para que tus cuentos tengan sentido, desde la estructura que deben tener o los argumentos adecuados para cada edad, hasta las necesidades psicológicas o emocionales de los niños y niñas.
Índice de contenidos
Qué es un cuento
Los cuentos existen desde hace miles de años, mucho antes de que existiera la escritura. Pero un cuento es mucho más que una narración, un argumento o unos personajes.
Un cuento es un camino a través del cual los niños y niñas van a descubrir el mundo y van a desarrollar su capacidad de comunicación y su imaginación.
Beneficios de los cuentos
Está claro que los cuentos son fundamentales en el desarrollo de los niños y niñas. Pero, por si no lo tienes claro, te dejo algunos de los innumerables beneficios que aportan:
- Entretenimiento y diversión.
- Gestión de las emociones.
- Conocimiento del mundo exterior y de sí mismos.
- Fomento de la imaginación y la fantasía.
- Enseñanza de vocabulario, gramática, ortografía…
- Amor por la lectura.
- Y un larguísimo etcétera.
El mundo de los niños
El mundo de los adultos tiene muy poco que ver con el mundo de los niños. De hecho, ellos entienden la realidad de una manera muy diferente a la nuestra.
¿Y por qué es importante que sepas esto?
Pues porque si pretendes escribir para ellos y captar su interés, tienes que entender cómo piensan.
Está claro que esto depende mucho del momento evolutivo en que se encuentren los niños, pero, en general, las características más importantes del mundo de los niños son las siguientes:
- Importancia de la imaginación: los niños y niñas viven en un mundo mágico en el que la realidad y la fantasía son lo mismo.
- Su mundo es simple: se limita básicamente a lo que conocen y está a su alcance, especialmente para los más pequeños.
- Entienden los mensajes directos y concretos: entienden las cosas tal y como se les dice, de manera muy directa y lógica. No comprenden las frases o expresiones con doble sentido o con segundas intenciones.
- Su vocabulario es limitado aunque, a medida que van creciendo, van adquiriendo un vocabulario cada vez más complejo.
- La capacidad de concentración de los niños es bastante escasa y no son capaces de mantener la atención durante mucho tiempo
Cómo adaptarse al mundo de los niños
Ya has visto cómo piensan, así que ahora toca saber cómo traducir a su lenguaje lo que quieres expresar y, de paso, cómo captar su atención.
Aquí tienes algunas pautas imprescindibles si quieres escribir para niños y niñas:
- Utilizar palabras, verbos y expresiones que puedan comprender, así como frases cortas, sencillas y claras.
- Busca las palabras más adecuadas para lo que quieres transmitir; las que mejor expresen la idea. No es lo mismo decir «grande» que «enorme»
- También es importante que estas palabras sean bonitas y suenen bien.
- Simplifica los conceptos que puedan ser complicados.
- Busca finales felices. Escribe historias agradables y positivas que les dejen buen sabor de boca.
Lo que tienes que tener muy claro es que tu cuento no va a ser mejor por utilizar un lenguaje muy elevado, sino por ser capaz de conectar con ellos. Y para eso, lo importante es saber traducir lo que quieras expresar al lenguaje de los niños.
Tipos de cuentos
Hay infinidad de tipos de cuentos e infinidad de clasificaciones, pero, para ser prácticos, se pueden dividir bajo las siguientes categorías:
- Las edades a las que van dirigidos. En función de la edad, los cuentos tienen que tener características distintas. Evidentemente, las necesidades de un niño de 2 años son muy diferentes a las de un niño de 7 o de 12.
- El género o las temáticas que tratan. Hay infinidad de géneros. Los cuentos pueden ser de aventuras, de detectives, de animales, de fantasía, etc.
- Los objetivos que persiguen. Es decir, lo que pretenden provocar en los niños y niñas; por ejemplo, enseñar, moralizar, divertir, soñar o jugar.
- Los formatos. También hay multitud de formatos, normalmente adaptados a la edad de los niños y niñas. Pueden ser de cartón, tela, plástico. También pueden ser cómics, libros ilustrados, de tapa dura, blanda, pop ups, etc.
Si quieres profundizar en las distintas tipologías de cuentos, puedes echar un vistazo al Curso de Creación de Cuentos Infantiles de YO me publico.
Pautas para escribir un cuento infantil
Escribir un buen cuento es un proceso en el que hay que tener muchas cosas en cuenta y en el que hay que tomar numerosas decisiones.
Pero, para facilitarte las cosas, te voy a contar las fases por las que tienes que pasar para escribir un buen cuento:
- Planteamiento del cuento: esta es la fase en la que nace la idea del cuento y decides qué quieres contar.
- Construcción del cuento: aquí es donde se deciden el cómo, el quién y el dónde de la historia.
- Estilo del cuento: aquí tomarás las decisiones de carácter más «técnico» para determinar cómo vas a contar tu historia.
- Escritura del cuento: lo más interesante. Si has planteado bien las fases anteriores, la escritura del cuento estará «chupada».
Evidentemente, estas fases no son totalmente estrictas. Depende de la complejidad del cuento que quieras escribir y de lo avanzada que tengas tu idea.
Pero es importante que conozcas todas las fases para que no se te escape nada porque, si tu cuento está mal armado o falla en alguna de estas fases, lo más probable es que falle en su conjunto.
Si quieres, te las cuento con más profundidad:
Planteamiento del cuento
Es en este momento en el que surge la idea y se le da forma.
Tendrás que:
- Tener una idea. Esto es lo primero que tienes que hacer, y, para ello, hay muchas maneras de buscar inspiración, desde tus propias experiencias, técnicas de creatividad o directamente preguntar a niños y niñas.
- Adaptar tu idea o alguno de sus aspectos para convertirla en algo adecuado para una historia infantil. De este modo consigues cambiar una idea que puede resultar seria o dramática por otra divertida o más sencilla.
- Buscar información. Tienes que documentarte y aprender lo necesario para hacer que el cuento sea creíble. La mayoría de las veces esto es sencillo, pero, en ocasiones, tendrás que investigar, créeme.
- Identificar el tema del cuento; el trasfondo, es decir, lo que quieres transmitir con él, ya sea una enseñanza, unos valores o una moraleja.
Construcción del cuento
Empezamos a tomar decisiones sobre cómo ocurre la historia, dónde ocurre y a quién le ocurre.
Tienes que trabajar muy bien estos tres elementos:
- La estructura. Aunque estamos acostumbrados a la típica estructura de introducción – nudo – desenlace, basada en un conflicto, hay otras estructuras algo menos conocidas, como la estructura sin conflicto o la estructura encadenada, que son muy interesantes y dan lugar a historias sorprendentes y divertidas.
- El escenario o el ambiente en el que se va a desarrollar el cuento. Puede ser un lugar real o imaginario, y es importante que esté bien definido para que la historia sea coherente.
- Los personajes. Es necesario trabajar los personajes y darles personalidad para que resulten interesantes y actúen de manera consecuente.
Estilo del cuento
El estilo es el cómo vas a contar la historia. ¿En presente o en pasado?, ¿la va a contar el protagonista o un narrador?, ¿va a ser para niños y niñas pequeños o más mayores?
Tendrás que tener en cuenta los siguientes elementos:
- El narrador. Hay que decidir quién va a contar la historia: el protagonista en primera persona, un testigo de la historia, alguien ajeno a ella, etc.
- El punto de vista. Se refiere a desde dónde se cuenta la historia; el punto de vista de quien cuenta la historia. Puede coincidir con el narrador o no. ¿A que no sería lo mismo si el cuento de Caperucita roja lo contara el lobo en vez de la niña?
- El tiempo del relato. La historia tiene una cronología —un principio y un fin—, pero se puede jugar con ese tiempo empezando o terminando por donde queramos. Seguro que te suenan los flashbacks.
- El tiempo de la narración. La historia puede contarse en presente o en pasado, y cada una de las opciones le da al cuento unas características diferentes. Respecto al futuro, la verdad es que se utiliza con poca frecuencia.
- La edad. Es importante conocer la edad a la que va a ir dirigido tu cuento porque será necesario adaptar la historia y el modo de escribirla.
Escritura del cuento
Esta es la mejor parte. Cuando te pongas a escribir un cuento estarás desando llegar aquí.
Y si has elaborado bien las fases anteriores, ¡estás de suerte!, porque te resultará muy sencillo ponerte a escribir.
¿Y cómo tienes que empezar? Ahí va:
- Elabora un esquema. El esquema de un cuento es el esqueleto de la historia; el modo más simplificado de contarla. Hay que establecer de manera resumida qué ocurre en el cuento, dónde ocurre y a quién le ocurre planteándolo a modo de escenas.
- ¡Ponerte a escribir! Es la parte más esperada del proceso y, si se han seguido correctamente los pasos anteriores, es muy sencillo y divertido porque todas las decisiones importantes estarán tomadas. Hay algunas técnicas para captar la atención de tus pequeños lectores:
- Anunciar algo emocionante. Esto aporta mucha intriga a la historia.
- Apelar al lector para hacerle partícipe de la historia.
- Ocultar información para darle emoción.
- Cortar una escena en el punto de máxima tensión sin dejar ver cómo termina.
- Encuentra un buen título. Un buen cuento debe tener un buen título.
En el curso de Curso de Creación de Cuentos Infantiles se explica de manera detallada todo el proceso, con numerosos ejercicios.
Edición y publicación del cuento
Cuando tu cuento infantil esté terminado, será el momento de «ponerlo bonito» y enseñarlo al mundo.
También puedes guardarlo en un cajón, pero seguro que no lo has escrito para eso.
Este último proceso es el de edición y publicación, y comprende las siguientes fases:
- Corregir el cuento: hay que revisar y corregir el cuento en cuanto a la trama, el estilo y la ortotipografía, con el objetivo de disminuir al máximo los errores. Esto va muy en serio. Tener errores de ortografía no es una opción.
- Diseñar el cuento: después de corregir el texto hay que decidir aspectos como la tipografía, la paginación y el formato que va a tener el cuento y, por supuesto, también hay que elaborar la maqueta. En resumen, hay que diseñar el cuento para que tenga un aspecto perfecto y profesional.
- Ilustrar el cuento: un cuento debe tener ilustraciones y una portada. Las ilustraciones, evidentemente, tienen que estar coordinadas con el texto. Tienen que ser sencillas, pero atractivas, y no deben dar demasiada información; solo la necesaria.
- Proteger el cuento: registrar un cuento no es obligatorio, no obstante, para evitar plagios y situaciones desagradables, es recomendable que protejas tu cuento registrándolo como propiedad intelectual.
- Publicar el cuento: es el momento de darlo a conocer. Actualmente, hay numerosas opciones de publicación. Puedes optar por la publicación en editoriales tradicionales o por los concursos literarios, aunque ya te adelanto que no son las opciones más sencillas. Puedes también publicar a través de una editorial de coedición, en la que tendrás que pagar los gastos de edición o, directamente, autopublicar tu cuento en plataformas como Amazon o en otros canales como las redes sociales, webs, tu propio blog y un largo etc.
Si quieres profundizar en las opciones de publicación, en el Curso de Creación de Cuentos Infantiles se explican en detalle todas ellas. Y, si te interesa el proceso de autopublicación, puedes echar un vistazo a los libros y cursos de YO me publico.
Al comienzo del artículo, te he dicho que escribir un cuento no es sencillo. Me corrijo; escribir un BUEN CUENTO, con posibilidades de triunfar, no es sencillo porque, como has visto, hay muchas cosas a tener en cuenta.
Sin embargo, si sigues estos pasos que te propongo, la tarea de escribir un cuento de calidad y que atraiga a niños y niñas se simplifica mucho. Además, te aseguro que es un proceso muy divertido y enriquecedor.
Y si quieres saber más sobre cómo escribir y publicar un cuento infantil, en el Curso de Creación de Cuentos Infantiles se explica en detalle todo lo que has visto en este artículo, con numerosos ejemplos y ejercicios.
¡Anímate y ponte a escribir cuentos infantiles!
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